lunes, 8 de marzo de 2010

Educar en casa

Pensamos que la educación no es problema nuestro. Buscamos un colegio donde creemos que van a educar a nuestros hijos y que se van a "encargar de ellos" sin que tengamos que preocuparnos por nada. ¡Qué equivocación! La familia es el principal núcleo de educación. Es en casa donde debemos enseñarles lo que nosotros queremos, lo que esperamos de ellos. Es en casa donde les vamos a preparar para el futuro, para ser personas de provecho. No podemos pretender que enseñen a nuestros hijos los valores que consideramos importantes sin implicarnos en ello. Debemos de ser ejemplo y guia para ellos.
No olvidemos que los hijos son algo "prestado", que llegará un día en que se marcharán del nido y comenzarán a recorrer su camino. Y es entonces cuando podremos ver lo que les hemos enseñado. Podremos ver el fruto de lo que hemos sembrado, y si queremos que la cosecha sea buena y fertil, habrá que poner buena semilla, la que llevamos dentro de nosotros y que queremos transmitir a nuestros hijos. O ¿acaso pretendes que otros siembren en tus campos? ¿te vas a arriesgar a que la semilla sea defectuosa o se convierta en mala hierba? No creo que nadie quiera recoger mal fruto.
Pero ojo, luego, si no lo hemos regado, no podemos lamentarnos de la mala suerte que hemos tenido, no podemos echar la culpa al exterior de que las cosas no salgan como esperábamos. Hay que vigilar el temporal: el sol, las lluvias y hasta los insectos que revolotean, serán adecuados para nuestra siembra siempre que estemos pendientes de que no se quemen, se inunden o se cubran de plagas las primeras hojas, nuestros retoños, y siempre que los cuidemos con amor, y que los vigilemos con cariño.
¿A qué esperas para sembrar?